En las instalaciones solares fotovoltaicas el elemento principal es el panel fotovoltaico, que al
igual que los colectores se suele situar en las cubiertas de los edificios.
Los paneles transforman la radiación solar en energía eléctrica, que puede ser almacenada en
baterias o utilizada directamente. La eficiencia de estas instalaciones queda sujeta a la
superficie dispoble para los paneles y el rendimiento de los mismos, que suele ser bastante
bajo. Por lo que por
normativa
solo se exige proyectar instalaciones de este tipo en edificios de usos y dimensiones
específicas de nueva construcción, con una potencia mínima pico a instalar de 6,25 kWp.